La próstata, un quebradero de cabeza

Las principales patologías que afectan a la próstata son el cáncer de próstata y el adenoma de próstata, también llamado hiperplasia benigna de próstata. A estas enfermedades se suman las infecciones urinarias que afectan a la glándula conocidas como prostatitis. En la mayoría de estas enfermedades la edad es un componente clave. “En España se detectan al año unos 22.000 nuevos casos de cáncer de próstata. En el 90% de los casos se diagnostica en fase precoz, frente a un 4% que se encuentra en estadio diseminado”, apunta Luis Prieto, de la Asociación Española de Urología. Según Josep María Caballero, del Hospital Universitario MútuaTerrassa, en Barcelona, se trata del tipo de cáncer más frecuente en el varón. La incidencia de esta enfermedad aumenta con la edad y un 90% de los casos se diagnostica en mayores de 65 años. Por su parte, la hiperplasia benigna se estima que en mayores de 40 años tiene una prevalencia de cerca del 12%, pudiendo alcanzar el 30% en los mayores de 70 años. “Supone la primera causa de consulta en los servicios de Urología y la segunda causa de ingreso para intervención quirúrgica en varones mayores de 50 años”, comenta Felipe Mozo, del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz. El crecimiento de la próstata, origen de esta hiperplasia, es lento o inexistente hasta los 30 años y a partir de entonces es cuando empieza a aumentar de tamaño, haciéndose más marcado a partir de los 50. “A los 80, un 95% de los varones la padece y se ha calculado que la probabilidad de que un varón de esta edad necesite cirugía prostática es del 30%. Todo esto supone unos costes económicos muy elevados y que pueden incrementarse. Solo el tratamiento médico de esta enfermedad en España supone un 2% del gasto total que se realiza en farmacia”, explica Prieto. Respecto a la prostatitis, es la infección urinaria parenquimatosa más frecuente que afecta al varón entre la segunda y cuarta década de la vida. Hay tres tipos: aguda, crónica y no infecciosa. Los datos epidemiológicos sugieren que entre el 2 y el 4% de los adultos presentan síntomas compatibles con la prostatitis crónica en algún momento de su vida.